lunes, 23 de julio de 2012

Evaluación: Samsung Galaxy S III, el as de picas en la baraja de Android

La línea Galaxy S ha sido la punta de lanza para el ejército de Samsung en su lucha del mercado móvil contra Apple. El Samsung Galaxy S II ayudó a que la compañía coreana se convirtiera el mayor proponente de Android, una plataforma que hoy cuenta con más del 50% del mercado. Con el éxito del S II, la expectativa por el siguiente miembro de la familia Galaxy fue inmensa. El viernes 13 de julio, el dispositivo llegó a Colombia y está disponible en los tres operadores celulares del país. Los precios varían dependiendo del plan, y, en promedio, se puede conseguir en Tigo a $250,000, en Movistar a $813.900 y en Claro a $852.000. En ENTER.CO pudimos probar el teléfono unas semanas antes y acá tenemos la evaluación.

Recibimos un Samsung Galaxy S III GT-I9300, la versión internacional del teléfono, con el rom de Tigo. Esta versión tiene un procesador de 1,4 GHz de cuatro núcleos con arquitectura ARM, 1 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento. El teléfono está abierto y fue probado con la red de Movistar.



La pantalla

En un teléfono inteligente táctil, el factor más importante es la pantalla. La diferencia con los dispositivos con teclado, la pantalla de un teléfono táctil es tanto el medio de entrada como de salida. La pantalla del S III es una Súper AMOLED HD de 4,8 pulgadas con Gorilla Glass.

Esta es una de las mejores partes de la máquina. El tamaño y la resolución de 1280 por 720 es excelente para ver películas, leer (yo uso la aplicación Kindle) y jugar. A diferencia del S II, la pantalla tiene un brillo que mejora, aunque no del todo, el uso del teléfono bajo el sol. La alta resolución se siente en el uso diario del teléfono. Las letras, los menús y los diseños son mucho más claros que los de su antecesor, y mejores que los del iPhone. Lástima que la fragmentación de Android todavía haga imposible tener Jelly Bean en el S III. La combinación del poder del teléfono con el nuevo proyecto Butter, seguramente resultaría en una interfaz extremadamente veloz y fluida. Pero bueno, será esperar y mucho, ya que ni siquiera el S II ha recibido la actualización a ICS en Colombia.

Fabricación

A diferencia de algunos, a mi no me molesta la fabricación de plástico.Lo que sí molesta un poco es que le traten de ‘meter gato por liebre’. La banda de color plateado podría pasar por metal, aunque es solo plástico coloreado. Sin embargo, el S III no se siente barato, una de las quejas más populares que despiertan los teléfonos de plástico. Además, el cuerpo de plástico reduce el peso sustancialmente y es menos probable que se quiebre, como el iPhone, cuando se deja caer.

El S III, así como el S II, tiene tres botones. Dos a los lados y el botón central en la parte inferior de la pantalla. Los botones son el punto flaco de la fabricación. Parecen que estuvieran un poco sueltos, aunque el teléfono apenas tiene dos semanas de uso.

El teléfono se siente cómodo en la mano. La primera vez que uno lo agarra se siente que está diseñado para su propia mano; tiene cualidades ergonómicas gracias a sus bordes redondeados. El grosor y el peso del teléfono también ayudan a la comodidad.

El LED delantero, en esta época de mensajes y notificaciones, es una excelente referencia visual para evitar pitos y vibraciones.
Cámara

No es descabellado decir que la cámara de este teléfono inteligente es de las mejores del mercado. Algunos analistas la comparan con la del HTC One X, aunque sin hacer pruebas es complicado decir cual es mejor. La cámara trasera es de 8 megapíxeles y permite filmar video en alta definición (1080p). En uso normal –estoy lejos de ser una fotógrafo profesional- las fotos me quedaron claras y enfocadas. Para un usuario promedio, la mejor mejora es la velocidad de obturador. Las cámaras de los teléfonos tradicionalmente se demoran en tomar la foto, lo que complica las tomas en movimiento. Sin embargo, la cámara del S III tiene una demora mínima, ayudando a los fotógrafos en formación a tomar mejores fotos.

Rendimiento

El Samsung Galaxy S III es uno de los teléfonos más rápidos del mercado. El procesador de 1.4 GHz y los cuatro núcleos son suficientes para sobrepasar cualquier reto que uno le ponga. El poder se puede evidencia con la funcionalidad pop up play.El teléfono es capaz de correr un video mientras se ejecutan otras tareas. En otras palabras, puede estar viendo el video en YouTube de Mis ojos lloran por ti de Big Boy mientras trata de convencer a su novia de perdonarle esa salida con los amigos.

Los juegos son una maravilla en este teléfono. Con la pantalla de 4,8 pulgadas y el procesador, Final Fantasy 3 valió de lejos los 17 dólares que costó. Las gráficas corren fluidamente y nunca hubo un bajón en ‘frames’.

La otra cara de la moneda es la temperatura. Aun entre el bolsillo, se alcanza a sentir los aumentos en temperatura. Tampoco es como un Mac en las piernas, pero el teléfono sí se calienta. Sin embargo, esto no se refleja en la duración de la batería. Con el tamaño de la pantalla y las tripas, se podría pensar que la pila duraría poco. Sin embargo, en las semanas de pruebas, solo una vez la pila no duro todo el día.
Software

Aunque el S III tiene Android 4.0 ICS, está maquillado con la versión Nature UX de TouchWiz. Este rom, propiedad de Samsung, incluye algunos programas como el S Voice, una aplicación parecida a Siri.

Viniendo del S II, el TouchWiz de Samsung no me molesta tanto como a otros. El Nature UX tiene cosas sorprendentemente útiles, como tener íconos en la pantalla bloqueada y la posibilidad de acceder las configuraciones desde el centro de notificaciones.

Sin embargo, yo siempre he sido partidario de poder configurar los teléfonos como una quiera, una de las razones por las cuales tengo un S II en lugar de un iPhone. Por eso, me molestó mucho el ‘bloatware’ del Samsung Galaxy S III. Todavía me cuesta trabajo entender porque algunas empresas escogen el software por el usuario.

No tiene nada de malo que algunas aplicaciones vengan preinstaladas, pero, ¿por qué no permiten la desinstalación? No debería ser necesario ‘rootear’ el teléfono para poder desinstalar las aplicaciones de Samsung.

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