miércoles, 20 de marzo de 2013

Galaxy S4 rediseña la estrategia de Samsung


Una de las notas más coherentes sobre el lanzamiento del Galaxy S4 la escribió Vlad Savov en The Verge. En ella, el reportero habla sobre la nueva estrategia de Samsung. Y aunque se coge de la trillada comparación con Apple, su punto es totalmente cierto. Samsung se dio cuenta de que no hay necesidad de estar variando el diseño de su celular. Después de todo, el S IIIvendió más de 40 millones de unidades y catapultó a Samsung a ser el jugador más importante dentro, y fuera, de Android. Tirando del viejo refrán futbolístico -que por cierto no le está funcionado a Millonarios- ‘equipo que gana no se toca’.

Bajo esa lógica, hasta antes del evento de lanzamiento era obvio que Samsung no tendría un salto de diseño como del S II al S III.Con el diseño “inspirado en la naturaleza”, Samsung logró un concepto que lo diferencia de la competencia y, sumado a la interfaz TouchWiz, consiguió crear una identidad y separarse del resto de los miembros del gigantesco ecosistema que es Android.

Pero eso no elimina la necesidad que tiene la coreana de mantener el ritmo de lanzamientos de sus más importantes competidores. Con el ‘Galaxy S IIIS’, como le dice Savov al S4, Samsung logró su objetivo: poner en el mercado un nuevo dispositivo sin traicionar las directrices que hicieron de la empresa una de las más exitosas en la industria móvil.

Si no se acuerdan, una de las grandes críticas que le hicieron al iPhone 5 es que realmente no ‘innovó’. Pero realmente, ¿qué es innovar? Actualmente un celular tiene tres elementos básicos: hardware, software y diseño. En rasgos globales, el diseño llegó a su forma fundamental. Veremos teléfonos con diferentes tamaños, con más o menos botones, pero el rectángulo plano no cambiará. Sobre el diseño del Galaxy S4, desde la óptica del negocio no tendría mucho sentido que lo modificaran; todas sus líneas de producción solo necesitan una adecuación mínima para el nuevo teléfono y ya cuentan con la materia prima necesaria para empezar la fabricación. Un cambio radical en diseño implicaría nuevos procesos 

Es mi opinión que Samsung encontró un material adecuado para mantener los costos de sus celulares competitivos y poder garantizar cierto grado de calidad. El tema de costos es importantísimo en la industria. Si no lo tenían claro, las únicas dos empresas que actualmente hacen plata en celulares son precisamente Samsung y Apple. El resto va a perdidas, lo que obliga un manejo más cuidadoso de recursos.

Sobre el hardware se puede decir que los componentes seguirán el mismo camino de los PC. Aumentará el RAM, la velocidad del reloj del procesador y el almacenamiento, pero serán incrementos graduales. Hasta que algo extraordinario como las pantallas flexibles o los celulares transparentes lleguen al mercado a precios accesibles para el público, no veremos saltos en innovación en este contexto. Lo mismo pasa con el mercado de computadores personales. Llevamos tiempo viendo prototipos de pantallas como las de ‘Minority Report’, pero yo nunca he visto una en una oficina común y corriente. Algo así pasará con los móviles.

El software pondrá la parada

Por lo tanto, será en software donde se darán los mayores saltos de innovación. Samsung entiende eso y por eso enfocó su presentación y su nuevo teléfono en eso. La empresa coreana sigue su camino de personalizar Android y crear un paquete de aplicaciones ‘S’ para -según el discurso de mercadeo- ayudar a que la vida sea más fácil. La gran pregunta que abre esa estrategia es que si este paquete de apps es suficiente para que la gente se mantenga o se pase a Samsung. Yo tengo un Samsung Galaxy S II y por lo tanto no tengo la experiencia para saber si el Smart Stay, por ejemplo, funciona o si es un simple ‘bloatware’. Además, en la época de carga por día, hay que hacer un análisis costo/beneficio para saber si tener la cámara prendida para que le mire los ojos es buena idea.

Por ejemplo, yo nunca he visto a dos personas llegar y tocar el celular y pasarse una foto, una de las funciones más promocionadas del S III. Seguramente en Colombia esa función no pegó o no tengo suficientes amigos que tengan un S III para saber la verdadera popularidad del S Beam, pero tengo mis dudas. De pronto en los comentarios ustedes las pueden aclarar. ¿Qué tanto usan esas funciones ‘S’ del S III?

Para complicar aun más la situación, sobre el teléfono se está formando una compleja nube negra. A medida que Samsung se está enfocando en diferenciar sus equipos por medio de software, lo hace a costas de su relación con Android. Andy Rubin, antes de su retiro como encargado de Android, aseguró que el dominio del gigante coreano era preocupante. Detrás del sistema operativo abierto de Google hay un claro objetivo de negocio. El gigante de internet quiere evitar que una sola empresa controle el mundo móvil porque podría bloquear o cobrarle cifras exhorbitantes a Google para permitir el acceso a sus dispositivos (algo similar a lo que podría ocurrir con Apple). Google, en últimas, vende publicidad en internet y ese negocio todavía sigue siendo el más rentable.

Por lo tanto Google, y Android en su defecto, tiene que tener un ojo puesto sobre el éxito -y la nueva estrategia- de Samsung. Si la corporación coreana logra una masa crítica de participación de mercado, podría empezar a manipularlo y, por qué no, hasta llegar a reemplazar Android totalmente. Cabe recordar que Samsung es uno de los socios más importantes de Tizen, otro sistema operativo móvil. Es más, durante la presentación del equipo, los presentadores no mencionaron a Google o Android una sola vez. La única vez que apareció el sistema operativo fue en la diapositiva final que mostró las especificaciones.

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